POST RENTA Y POST RENTISMO
Rafael
Gallegos Blog núm. 316
No es lo mismo ni se
escribe igual. Renta es dinero y rentismo es mentalidad. En Venezuela se ha
debilitado la renta petrolera y el rentismo está más campante que nunca.
Mentalidad rentista es
esperar que el petróleo nos resuelva nuestros problemas, que el todopoderoso
estado tiene que darnos trabajo, comida, medicinas y un largo etcétera. Es
pensar que Venezuela es un país rico en lugar de aterrizar en la realidad que
lo que somos es un país con maravillosos recursos que no hemos podido
transformar en riquezas. Un limosnero sentado en un Barril. Es creer que
nuestros problemas de ingresos los arregla el estornudo de un jeque árabe y no
la estrategia y el trabajo organizado.
Y sobre todo, mentalidad
rentista es creer que el petróleo lo arregla todo y que sin él no somos nada.
A este gobierno le cayó “de
sorpresa” que se acabó la renta, y a ello culpa de todos los problemas que
padecemos. De sorpresa, como si los precios del petróleo se hubieran venido
abajo en un día sin que los expertos lo pronosticaran durante años. De
sorpresa, como si no fuera paulatina la destrucción de Pdvsa, que transformaron
desde aquella (¿la recuerdan?) gallina de los huevos de oro, hasta esta empresa
petrolera lánguida y pre quebrada que ni siquiera es autosuficiente y tiene que
recurrir, como cualquier fallida empresa estatal, a los “préstamos” del Banco
Central.
Tanto que nos burlábamos de
los árabes con aquella “Venezuela Saudita” que nos describía como jeques
derrochadores, y hoy no somos ni la sombra del progreso árabe. La “revolución”
ha usado la Renta para destruir a Venezuela. Ahora poseemos el triste record,
entre otros que nos deberían llenar de vergüenza y que ni siquiera sonrojan al
gobierno, de ser la primera hambruna petrolera de la historia. ¿Se burlarán los
árabes con algún dicho similar, digamos “Arabia bolivariana”?
EFECTO
VENEZUELA
Pero el peor síntoma del
rentismo es creer que a realazos se desarrolla un país. Los venezolanos hemos
vivido de boom en boom y de paquete en paquete. Y tanto de las épocas de
abundancia - como este boom de casi quince años a más de cien dólares el barril
- como de las épocas de escasez, salimos con las tablas en la cabeza. Lo que
implica que nuestras crisis no son de recursos, sino de gerencia.
Juan Pablo Pérez Alfonso,
describió magistralmente la pobreza de la abundancia sin gerencia, con su
Efecto Venezuela, algo así como que los gigantescos recursos de Venezuela
equivaldrían a un indigente que ganara la lotería y comenzara a comer siete
veces al día… hasta que se descompensara. Que si
nuestra sociedad no asimilaba bien los recursos, nos podría pasar como
al indigente y el país se descompensaría. Y que ese fenómeno sería conocido en
el mundo como Efecto Venezuela.
Otro pensador, Arturo Uslar
Pietri, el de la hasta ahora frustrada frase “sembrar el petróleo”, planteó que
al paso que íbamos cuando bajaran significativamente los precios del petróleo,
Venezuela iba a ser un caso de la Cruz Roja Internacional.
CON
LA RENTA O SIN LA RENTA
Como en la canción
ranchera, con dinero o sin dinero… debemos gerenciar. No hay ninguna razón para
actuar de manera diferente en época de abundancia, que en época de escasez. En
ambas hay que gerenciar y maximizar los beneficios de los recursos.
Hacer tal vez como dicen que procedía John Rockefeller
con sus hijos: los crio en austeridad, con mesada y sin ninguna prerrogativa de niños ricos.
Nosotros, por lo contrario, hemos sido unos herederos ricachones (tabaratos,
mayores consumidores de guisqui per cápita, moneda ultra dura, jeques
latinoamericanos, etc.), con un singular comportamiento “embarrado”… que nos trajo
a estos lodos.
Con renta o sin renta
petrolera, debemos desarrollar una Visión de Venezuela: democrática, próspera,
sin pobreza, con empresas privadas a lo largo y ancho del país. Maximizando el
uso del petróleo, de la agricultura, del parque industrial, de la
biodiversidad, del agua, del hierro, de la bauxita y el aluminio. Derrotando la
marginalidad y la pobreza. E insistimos, todo ello en democracia.
Suena a Perogrullo; pero es
urgente revertir este resultado país. Cuando esto pase que va a pasar – júrelo
- con renta o sin renta la plana debe
ser la misma: estrategia, gerencia, autoestima y democracia. Como decía el
Libertador en Pativilca: Triunfar… no queda otra.
Más que post renta, debemos
concentrarnos en una post revolución. Porque pretender los necesarios cambios se
hagan con este gobierno, además de pedirle peras al olmo, es como buscar a los
incendiarios para que apaguen el fuego. O sea…
Tengamos la seguridad que
el futuro de Venezuela es del del tamaño de la gerencia estratégica que seamos
capaces de aplicar.
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