LA CONSTITUCIÓN SIRVE PARA TODO


Rafael Gallegos    Blog núm. 296

La frase fue pronunciada por José Tadeo Monagas luego de haberle salido el tiro por la culata en el asalto al Congreso de 1848, y la han practicado toneladas de autócratas a través de nuestra historia.

Como Joaquín Crespo, que se alzó con su Revolución  Legalista porque Raimundo Andueza quería modificar la Constitución para  quedarse por dos años más en el poder. Lo tumbó y se quedó… por seis años.

Luego el dictador Juan Vicente Gómez logró el milagro de tener siete constituciones y un solo jefe (él). Sus solícitos leguleyos se la adaptaban a su poder cual flux al cambiante cuerpo. Murió en el poder, en una cama rodeada por adláteres que competían por el llanto.
Pérez Jiménez hizo monumental fraude en 1952, cuando terminó contando los votos en los cuarteles. Y en 1957 cambió elección por plebiscito. De todas maneras perdió e hizo fraude. Antes de los dos meses, estaba en República Dominicana explicándole al sanguinario Chapita por qué se había dejado tumbar sin pelear. No quería derramar sangre- trató de justificarse- como si no hubiera sido el jefe del jefe de la macabra Seguridad Nacional.

TRAMOYAS EN “REVOLUCIÓN”

En el largo período de Hugo Chávez hubo varias “interpretaciones” con miras a las elecciones, que invariablemente perjudicaron a la oposición.

Primero, con un malabarismo matemático que aplicaron en la elección para la Asamblea Constituyente, lograron que la oposición con más del 40 % de los votos, apenas tuviera 5 de 131 representantes en la Asamblea. Menos  del 5%. ¿Eso es democracia?

Posteriormente para el Revocatorio del 2004, el mismo presidente Hugo Chávez logró que el tribunal decidiera de un plumazo sustituir el referendo por plebiscito (SI o NO), contradiciendo a la Constitución que reza (art.72) que el funcionario será revocado cuando un número igual o mayor de los votos que lo eligieron. No resultó revocado; pero si se hubiera respetado la letra de la Constitución se hubiera convertido en expresidente: el NO sacó más votos que los obtenidos por él en la elección presidencial. 

Luego  Chávez perdió la reforma constitucional para la reelección indefinida. La Constitución prohíbe expresamente repetir esa elección en el mismo período. Pero donde manda el jefe…  la Constitución sirve para todo.

Y EL PUEBLO TAMBIÉN SIRVE PARA TODO

Ahora resulta que el matemático que logró que en las elecciones para la Asamblea Constituyente la “revolución” obtuviera el 96% de los diputados con el 58% de los votos, es un niño de pecho comparado con el que lograría que el gobierno controlara esta Asamblea Constituyente. Tamaño malabarismo tendrían que inventar para ganarla en medio de un profundo repudio del pueblo y de la comunidad internacional que los observa como una  peligrosa fruta en la cesta de democracia.

Las encuestas le dan al gobierno un 80% de rechazo y así pretenden lograr mayoría en la Asamblea Constituyente. Por cierto, nada nuevo bajo el sol. Consultemos los anales del  Corporativismo fascista de Mussolini.

Y se dicen demócratas porque representan al mismo pueblo que los rechaza, habrase visto. ¿Es que es obligado que un pueblo que los repudia tenga que “perder” una elección porque la mitad de los entes convocados están entubados?  Como quién convoca es dueño del bate, de la pelota y de los guantes, se cree con derecho a decidir quiénes van a la Asamblea. Ah! y al que no le guste, que se queje en mis tribunales. Pura separación de poderes.

Y  el verdadero pueblo, ese 80 % que no los soporta y que estiman trasquilar en aras de su proyecto de poder totalitario, está pasando hambre, hurgando basureros, asesinado en las calles, padeciendo hiperinflación y escasez. O  formando parte (dos millones) de la diáspora buscadora de futuros que niega la “revolución”. Ah!,  y pide a gritos  elecciones libres.
El país no es del PSUV, ni de los enchufados, es de los venezolanos. Y las elecciones las ganan las mayorías, esa es la regla de oro.

Anularon fraudulentamente el Revocatorio porque lo perderían de calle, si fueran demócratas ya Maduro sería ex presidente.  Ahora  se olvidan de las elecciones de gobernadores y las de alcaldes por la misma razón. 

Seguramente la nueva Asamblea Nacional podrá extender por todos los años el período presidencial de Nicolás Maduro, así que habría que olvidarse de las elecciones del 2018, a menos que inventen una “elección territorial” que les garantice la victoria. A este paso pronto alcanzarán a Gómez, no digo en los pocos años que les faltan: nueve;  sino en las constituciones, ya les faltan nada más que cinco. Eso sí, con dos presidentes, por ahora.  
Si nos dejamos tendremos una Constituyente territorial (de territorios chavistas),  y popular; pero sin el 80% del pueblo. Pura democracia de la totalitaria.


Pilas y guáramos son nuestras primeras necesidades. 

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