BASURA´S
Rafael
Gallegos Blog núm. 288
Venezuela galopa, “a paso
de vencedores”, hacia su mínima expresión. Observen el petróleo, el aluminio,
el parque industrial. Hasta las esperanzas. En agricultura y ganadería aterran
las cifras. Cada vez hay menos volumen sembrado; en ganadería vacuna hemos
llegado, aunque usted no lo crea, a las cifras de la época de la Independencia.
La única industria que ha
crecido en los últimos años es la de los buscadores de basura. Como si los
venezolanos hubiéramos montado un restorán “Basura´s” con sucursales en todas
las calles de Venezuela. Horroriza observar cómo nos hemos acostumbrado a esa
secuela del hambre que hace husmear en los desperdicios para comer, que no
alimentarse. Ya es común observar jóvenes revisando las bolsas y (lo he visto)
agarrando pedazos de jamón o queso en estado de pudrición para decirse entre
ellos: toma mete esto en la mochila. O arrastrando plásticos de basura por las
calles, sentándose en un sitio, abriendo la bolsa y comenzando a “zamurear”.
Un día, observé cómo un
joven le llegó a otro que abrió una bolsa, y comenzaron a discutir.
- ¿De
dónde sacaste esa bolsa chamo?
- Por
ahí, por ahí.
- Tú
sabes cómo es la cosa, que eso es mío, yo lo aparté en la mañanita cuando el
portugués sacó las bolsas de su negocio….
Pensé
que iban a las manos y la sorpresa fue que acordaron compartir… las sobras.
A
las humillantes colas en los supermercados, ahora se aúnan las de las puertas
de los negocios esperando la basura. El “hombre nuevo” rivaliza con los perros
en eso de romper las bolsas de la basura, lo que dificulta el trabajo de
recolección. Y a la Alcaldía de Caracas lo que se le ocurre para superar esta
desgracia, es amenazar a los dueños de los negocios con expropiarlos por dejar
la bolsas en la calle “y que” a deshora. Puro vender el sofá.
Es tan grave lo que sucede, que un ama de casa
consciente de que la comida sobrante que coloca en la basura va a ser
curucuteada por gente hambrienta, me comentó
que la colocaba en bolsitas de manera que no se contaminara. Parece una escena
kafkiana; pero esta hambruna petrolera, la primera de la historia (gracias
“revolución”), no se la hubiera imaginado ni Julio Verne.
Vi
una caricatura que mostraba una montaña llena de ranchos y salía una voz: hijo
dile a los señores de la basura que nos dejen dos bolsitas…
¿Cuántos
venezolanos viven de comer basura? ¿Cuántos mueren por digerir alimentos
contaminados, o descompuestos? ¿Y qué hace el gobierno? ¿A quién le echa las
culpas? ¿Realmente le interesa que la gente deje de revisar bolsas de
desperdicios en la calle, o peor en los basureros? Un deslenguado me dijo que
las bolsas de basura llegan más que las bolsas CLAP. Definitivamente esta época
es kafkiana.
Y
ese rebuscarse en los desperdicios es sólo la punta del iceberg. Debajo de ese acto está la creciente cantidad de niños que
mueren por falta de alimento, el ejército de desnutridos que en el futuro serán
adultos de baja talla y peor coeficiente intelectual. La “revolución” nos ha
convertido en un país cuyo 75 % ha rebajado cerca de diez kilos en un año.
Un
día fui testigo de dos muchachas desmayadas en una oficina. Al conversar con
ellas determinaron que no estaban comiendo lo mínimo necesario porque les daban
la comida a sus hijos. ¿Desmayos “revolucionarios”?
Y
ni el presidente, ni sus ministros, ni los adláteres de la “revolución” nombran
el problema, que dicho por su nombre es hambre, desnutrición y muerte. Y eso que dilapidaron, porque no hay
otra palabra, cientos de miles de millones de dólares. Cabe recordar a Luis
Herrera, el honesto Presidente Herrera, y preguntarle a tanto bolichico y
boliviejo: ¿Dónde están los reales?
Han
convertido a Venezuela en un país en
mengua. Enchufado o menguante… he ahí el dilema. El pueblo (o sea todos
nosotros) hambriento y desesperado quiere elecciones. Y el gobierno, al mejor
estilo de sus panas, mentores y jefes del comunismo cubano… no las hará
mientras esté perdiendo. O sea, elecciones no habemus. Por cierto, que grotesco
se ve tanto gordo gobernando un país tan flaco.
Y
no crea que a este comunismo del siglo XXI le han salido mal las cosas. No,
esto es parte del libreto made in Cuba: destruir a Venezuela para comerte
mejor. Sin embargo hay dos aspectos que no los han dejado finalizar la tarea de
líder único forever y sin elecciones
limpias: el ADN democrático de los venezolanos y que la época no está para
dictadores. Además, nadie los quiere, la canciller pasa la mitad de su tiempo
acusando de injerencia a los presidentes democráticos de todo el mundo.
Y
el General Hambre, sigue por allí arrinconado, trabajando su historia. Cuidado
pues, que el hambre es mala consejera.
Elecciones
ya, que democracia sin elecciones… es dictadura. Basta de usurpar los derechos
de los venezolanos.
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